El vino tinto puede reducir el riesgo de cáncer de mama
- María Villegas
- 27 oct 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 28 oct 2020
VilliVino | María Villegas
A nivel mundial, el cáncer de mama es el tipo de cáncer que se diagnostica con mayor frecuencia en las mujeres en general. Los estudios han encontrado que un mayor consumo de alcohol conduce a un mayor riesgo de cáncer de mama, aunque en este punto hay cierta controversia en cuanto a si el vino tinto, conocido por su amplia gama de beneficios para la salud, también aumenta este riesgo.
De acuerdo con este artículo publicado por la Gaceta Mexicana de Oncología, según las investigaciones, en la actualidad, los inhibidores de la aromatasa (IA) se utilizan en el manejo y tratamiento del cáncer de mama, aunque la mayor parte de dichas investigaciones se han realizado en mujeres posmenopáusicas y se sabe mucho menos sobre el papel de la IA en las mujeres premenopáusicas.
Por otro lado, se ha descubierto que los IA se producen de forma natural en las uvas y el vino tinto, pero no en el vino blanco. Estos IA se localizan en los hollejos y pepitas de la uva y solo se encuentran en vinos tintos donde a través de los hollejos se encuentran polifenoles como el resveratrol y estos están en contacto con el mosto en algún momento de la elaboración, a diferencia de los vinos blancos donde a pesar que los hollejos también están en contacto con el mosto pero hay ausencia de estos componentes químicos naturales.
Según un breve estudio elaborado el año pasado por el Cedars-Sinai Medical Center de Los Angeles y publicado en el Journal of Women's Health, los componentes químicos naturales que se generan en la piel y semillas de las uvas tintas reducen los niveles de estrógeno y aumentan los niveles de testosterona en las mujeres premenopáusicas (puedes consultar resumen y principales conclusiones en el siguiente enlace , en inglés).

Métodos
El estudio fue un diseño cruzado aleatorio en el que a los participantes se les asignó un vino tinto o blanco en el primer ciclo y lo contrario en el segundo ciclo. El vino tinto estudiado fue un Cabernet Sauvignon 2003 de Beaulieu Vineyards en California y el vino blanco, un Chardonnay 2003 de la misma bodega. Se pidió a los participantes que no consumieran ninguna otra bebida alcohólica o productos derivados de uva durante el estudio.
Se indicó las participantes que consumieran 5 copas del vino asignado (1 botella de 750 ml) por la noche con la cena desde el día 1 hasta el día 21 y que no condujeran ni manejaran maquinaria pesada durante al menos 3 horas después del consumo de vino. Ni que decir tiene que las participantes se iban cada noche a la cama con un buen "lingotazo" de vino en el cuerpo ya fuera de vino tinto o blanco...
La duración de cada tratamiento (vino tinto y blanco) fue de un ciclo menstrual. Durante el ciclo menstrual inicial, las participantes no consumieron alcohol ni productos derivados de la uva. Se recogieron muestras de las participantes y se midieron los niveles séricos de diferentes hormonas. Entre los dos tratamientos, se produjo un período de descanso en el que las participantes se abstuvieron de consumir alcohol y productos derivados de la uva.
Resultados
• Se inscribieron 36 participantes y todas ellas completaron el estudio.
• No hubo diferencias según la asignación del tipo de vino (primero vino tinto o vino blanco indistintamente)
• El consumo de vino tinto se asoció con niveles de testosterona significativamente más altos que el consumo de vino blanco.
• Los niveles de la hormona luteinizante (juega un papel importante en el desarrollo y el funcionamiento sexual y en las mujeres ayuda a controlar el ciclo menstrual) fueron significativamente más altos después de consumir vino tinto en comparación con vino blanco.
Conclusiones
Según los autores, este estudio es el primero de su tipo en probar clínicamente la hipótesis de que el vino tinto es un inhibidor de la aromatasa en mujeres premenopáusicas. Los resultados mostraron que el consumo de vino tinto se asoció con niveles más altos de testosterona libre y menor globulina transportadora de hormonas sexuales que con el consumo de vino blanco. Teniendo en cuenta todos los resultados, los autores afirmaron que el vino tinto es un inhibidor de la aromatasa y por lo tanto, es beneficioso para reducir potencialmente el riesgo de cáncer de mama en mujeres premenopáusicas.
Según algunos estudios, existe un 12% más de riesgo de cáncer de mama con el consumo de alcohol. Aunque la mayoría de estos estudios no toman en consideración el vino tinto y el blanco por separado y los que sí lo hacen han encontrado resultados contradictorios. Los resultados de este estudio muestran que el vino tinto puede no aumentar el riesgo de cáncer de mama como sí lo hacen otros tipos de alcohol, como resultado de las propiedades inhibidoras beneficiosas de la aromatasa que muestra el vino tinto.
En definitiva, los resultados iniciales de este pequeño estudio parecen sugerir un efecto inhibidor de la aromatasa del vino tinto en mujeres premenopáusicas, pero no del vino blanco.
Mi sugerencia, pues un CARCHELO Roble de Jumilla con altos contenidos en taninos y por tanto en polifenoles o lo que es lo mismo inhibidores de la aromatasa que pueden ayudar a prevenir de manera potencial el cáncer de mama.
Por último decir que no soy una profesional de la salud, ni pretendo serlo. Con este post solo pretendo dar luz al comentado estudio llevado a cabo por el Sinai Medical Center de Los Angeles.
Consulta a tu médico antes de modificar tus hábitos de consumo de vino y en general de cualquier tipo de bebida alcohólica. ¡Disfruta del vino responsablemente!
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